ACTIVISTAS ESPERAN LA AUTORIZACIÓN DE LA FISCAL PIPPO PARA RESCATARLOS
Desde la mañana del lunes, activistas esperan con tres batanes (carritos para transporte) que la justicia autorice el traslado de 60 caballos que están en muy malas condiciones de salud en un campo de Cañuelas. Hace una semana, vecinos del lugar denunciaron que empezaron a notar el deterioro y hasta vieron cómo dos se desplomaban y caían muertos. Otros, agonizantes, eran arrastrados encadenados y arrojados a una montaña de cadáveres de otros animales ya fallecidos.

Lucrecia Juin, directora del Santuario Jaulas Vacías, se enteró de la situación y, pese a la magnitud del rescate (por tratarse de caballos) y los costos que implican hacerlo decidió asumirlo junto a su ONG. Se reunió con otros activistas y empezó a preparar un terreno en Pilar donde desde la mañana del lunes los esperan para alimentarlos y salvarles la vida. “En el lugar hay un cuidador que no tiene autorizado dejarnos pasar para darles comida a los caballos y vemos que él no les está dando alimentos. Además, el campo ya no tiene césped para que pasten y tampoco vemos bebederos con agua, aunque el encargado dice que tienen.
Una de las rescatistas señaló “Eran 70 caballos y ahora quedan 60, en pocas horas pueden ser 58 porque hay una yegua preñada que está agonizando. Sabemos que la Justicia tiene sus tiempos, pero ellos no. Se mueren”. En el tiempo que duró la entrevista y mientras se estaba escribiendo esta nota, la yegua embarazada murió.
A las 10 de la mañana del lunes, Lucrecia y Bruno entregaron en la UFIJ – Cañuelas Nº 2 todo lo que requiere la Justicia en este tipo de casos de maltrato animal: un estatuto, saber quién va a ser el responsable de los animales y en qué domicilio estarán. Pensado que los tiempos serían más cortos, llegaron hasta el campo con tres batanes que estuvieron parados esperando que les confirmaran el traslado. “Nos falta la autorización por escrito para que se concrete la mudanza”, enfatiza Gallo, casi desesperado porque sabe que los animales están en riesgo.
“El dueño del campo los está dejando morir sin alimentos y sin agua. Cuando tomamos conocimiento ya quedaban 59, y hay otros dos caballos desplomados. Hace tres días queremos tenerlos a resguardo″, cuenta Lucrecia sin contar a la yegua que en el transcurso de la tarde murió.
A eso agregó: “Ya brindamos todos los requisitos que solicitó la Fiscalía, les pasamos toda la información requerida, tenemos un equipo preparado, atención veterinaria para ellos y un equipo que los cuidará, lo único que estamos pidiendo es que nos permitan trasladarlos hasta ese lugar para que los animales comiencen a ser atendidos y nos lo están negando”.
