Las copiosas lluvias inundan el predio y deben rellenarlo.
Mirta Ayape es una vecina más de nuestra ciudad. Ella, como tantas otras personas es rescatista de animales. Y como todos quienes se dedican a esa tarea le pone mucho amor, esfuerzo y tiempo. Cosas que le resultan siempre escasas. Es de esa gente que le da primero alimento a las mascotas y solo después come ella.


Fundó AAMA, ASOCIACIÓN DE AYUDA AL MEJOR AMIGO hace tiempo. Mucho tiempo. Pero recién hace 5 años pudo comprar un predio que está pagando para darle albergue a unos cincuenta animalitos de todas las especies: perros, gatos, caballo ,patos ,gallinas, y hasta un chimango y una comadreja. El predio está ubicado en calle Cabral al 200 en la zona de Chacras del Alba. Allí albergan a los animalitos que rescatan ya sea porque están extraviados, abandonados o aquellos que no son domésticos pero aparecen lastimados. Los cuidan, los alimentan, los curan, le dan tránsito hasta que consiguen tránsito o adopción. Pero, obviamente, todo eso requiere mucho dinero. Y no siempre Mirta cuenta con el necesario.
Nos cuenta que el lugar sigue creciendo a medida que pueden. Está ubicado al lado del arroyo de Pena y como es una zona baja necesitan rellenarlo. Algo han podido hacer, pero aún falta mucho. Señala que «estábamos bien hasta las lluvias últimas porque el suelo no absorbe, y eso complica todo.»
En los últimos días Mirta está publicando en redes pedidos de ayuda:
Hola amigos
La situación en el hogar es muy complicada. Toda ayuda es bien recibida, desde donaciones monetarias con lo que puedan hasta materiales como maderas, tosca, tierra, arena.
Necesitamos rellenar el lugar, esta todo inundado.
Mantas, frazadas y camas para ellos también son bien recibidas.
Alias: hogar.ayuda.aama.mp
Contacto: 2226 602305/221 6370578
El mundo del rescatismo de mascotas es muy particular, a veces hasta incomprensible para mucha gente que no siente el mismo cariño y afecto por los animales. Pero cada uno de quienes «sienten de ese modo» hacen docencia a medida que transcurren los días. Ellos van todos los días a alimentar ese animalito que está solito en un lugar determinado, van a entrarlo de noche y sacarlo de día.



Meten la mano en el bolsillo para pagarle al veterinario la atención o el medicamento porque lo viven como si ese ser fuese suyo. Lo viven como natural, porque para los rescatistas es «lo que corresponde hacer sin ponerse a pensar». Muchos, o casi todos, trabajan en redes. Por redes o por grupos de WhatsApp se mantienen actualizados sobre tal o cual mascota que se perdió para intentar hallarla. O al revés, si se encontró alguna y entonces al que hay que encontrar es al dueño. Ni hablar de los abandonados, se les busca destino entre todos asegurándose que van a estar en «buenas manos». Por suerte, cada día se multiplican y de esa forma el resultado va siendo más efectivo.
