UNA HISTORIA DE AMOR Y FE QUE CULMINÓ CON LA COMPAÑÍA DE SU FAMILIA Y DE MILLONES DE CORAZONES

En los primeros días de abril del pasado año un ángel con cara de niña empezó a ocupar un lugarcito en millones de corazones. Ella era de Cañuelas pero pasó, de a poco, a ser del Mundo de la Fe y la Esperanza. Su nombre «Emily» y su apodo «La Bufalita». Su familia y ella misma supieron desde el primer momento de su enfermedad que DIOS no la abandonaría.

Un día, el 9 de abril de 2022 las redes sociales comenzaron a mostrar su historia:

«ya pasaron casi 5 años de un doloroso tratamiento, difícil de soportar con quimioterapia, cirugías, transfusiones, fuertes medicaciones, mil días de internación, y pinchazos. ¡Muchos pinchazos!

En la historia clínica, hay leucemia medular y extramedular.
En la historia de vida, hay una familia ocupada e involucrada, enfermeras amorosas, días encerrados, horas y horas de viajes al hospital.»

Y surgió así «Mi Ayuda para Emily». Una maratónica y ciclópea campaña para conseguir ni más ni menos que $ 80.000.000 en tan sólo 15 días. Ayudantes de imagen, contables, especialistas en redes y muchos más colabores especializados se pusieron al hombro esta lucha que, a fuerza de ser sinceros, parecía imposible. Para todos salvo para Emily Pérez y su familia. La cuenta oficial en redes informaba día a día eL avance de la colecta. Y así, comenzó el principio del feliz final.

«En el Hospital San Juan de Dios, ubicado en Barcelona (España), se puede realizar el tratamiento CAR – T, un nuevo método que ha tenido muy buenos resultados en otros niños con una situación igual a la de Emily. Nos pusimos en contacto con la directora del Hospital y su equipo. Ellos dijeron que la situación de Emily es compleja, pero que van a intentar salvarla. Hoy se abre esta puerta de esperanza, la última que tenemos. Para lograr llegar hasta allí, necesitamos financiar el tratamiento que esta enormemente fuera de nuestras posibilidades: ¡600.000 euros! Tenemos muy poco tiempo. La enfermedad de Emily avanza. Es una carrera contra reloj, pero no perdemos la fe: ¡Juntos podemos lograrlo! Muchos de ustedes nos han acompañado a lo largo de este camino. Estamos muy agradecidos. ¡No podemos creer el apoyo que tenemos! ¡Por eso nos animamos a tanto! Te pedimos que te involucres una vez más. ¡Te necesitamos! Vamos por 💲80.226.809 millones de pesos.»

Los medios nacionales se habían hecho eco de la historia de Emily. Canales de televisión, radios, diarios y un sinnúmero de portales la difundían y eso ayudó.

El 20 de abril, se confirmó el milagro de haber conseguido algo más de dinero que el necesario. Y la pequeña Ángel voló hacia su esperanza: España, Barcelona, Hospital San Juan de Dios.

Allí comenzaron los estudios previos que determinarían que podía aplicársele a la niña el tratamiento buscado. A los pocos días comenzó una serie de días que perdurarán por siempre en sus memorias. Miles y miles de personas siguieron día a día la vida de la pequeña. Días en que las noticias eran halagüeñas y muchos en que todos sentían que el verbo Vivir era una palabra lejana. Las redes familiares informaban casi on line las novedades. Hasta que dejando atrás los sinsabores y la inmensa lucha contra los dolores llegó el 5 de julio. La Pequeña Bufalita había ganado la batalla.

Entre visitas, barbijos, amigas, video charlas, peluches, Santi Maratea, primas, abuelos, y sobre todo mucho mucho amor, fe y esperanza publicarton:

«Gracias a Dios estamos bien y volvemos a casa en unas horas. ¡Y en todo este proceso hay un equipo que se pone la camiseta! *Los Voluntarios*🙋‍♀️🙋🙋‍♂️. Hay de todas las edades… Desde una abuela que lleva 40 años viniendo al hospital 2 o 3 días a la semana para dar su tiempo.

Ahora en verano muchos adolescentes que deciden compartir parte de su tiempo para jugar con los niños en tratamientos oncológicos y otros relacionados con el dolor… por hacerlo no reciben sueldo ni nada a cambio♥️… solo la satisfacción de alegrarles el momento y hacerles más llevadero el día😊 🙌🏼 ¡Qué hermosa tarea!

¡Qué alegría cruzarlos en este camino!»

Luego llegaría el reencuentro con sus amigos, sus compañeros de Colegio que le hicieron una recepción especial, reportajes, reuniones religiosas de agradecimiento, y mucho más. Tanto que seguramente Emily no ha podido aún dejar atrás su vertiginosa historia.