Un vecino violento le habría disparado porque ladraba
La intranquilidad y la tensión social están ganando el ánimo de los habitantes en general y Cañuelas no es ajena a esta situación. Particularmente en el barrio Libertad se están repitiendo hechos violentos. Este domingo por la noche Brenda dejó la casa de su madre en Rodríguez al 400 como lo hace siempre. Minutos después de llegar a su casa recibe el aviso de la Sra. diciéndole que habían apedreado a «Coqui», uno de sus dos macotas caninas. Al regresar al barrio Brenda toma al perrito y lo trasladan a una veterinaria de guardia en Ezeiza donde, radiografía de por medio, le confirman que no fueron piedras sino proyectiles disparados con un rifle. Uno de los mismos estaba alojado en el pulmón del perrito. Para su atención quedó internado. A las 7.10 de la mañana del lunes les avisan que el pobre animalito había muerto.


Radiografía del perrito donde se ven los proyectiles alojados
Según el relato de la mujer el agresor es un vecino que vive frente a la casa de su mamá. Uraño, poco sociable, de mal carácter y sin relación con el vecindario. El hombre aludido, tendría antecedentes de violencia intrafamiliar, convive con su mamá en el mismo terreno pero diferentes departamentos. Es dueño de tres pitbulls a quienes siempre mantiene atados y dentro de su propiedad. No es la primera vez que desde la planta alta de su vivienda efectúa disparos a los animalitos del barrio. Coqui, por caso, no molestaba a nadie ni salía de su casa, aunque reconoce que podría haberse molestado porque ladra cuando pasa gente por la vereda. De todos modos, ni por asomo se justificaría la reacción.
Brenda está desesperada, indignada y pide justicia. Hasta esta mañana no le habían tomado la denuncia policial a pesar de haber ido dos veces a la Comisaría. No es raro.
