EL ESTADO SIGUE SIENDO INCAPAZ DE BRINDAR SEGURIDAD A LOS CIUDADANOS

Durante los últimos días se ha multiplicado la cantidad de hechos de inseguridad, los que están llenando los portales de noticias. Demás está decir que el porcentaje de esclarecimiento de los casos es ínfimo comparados con los registrados. Ni qué decir respecto a la prevención. No hay un sólo ciudadano que pueda sentirse seguro ante la escalada delictiva y la preocupante ineficiencia policial. No estaríamos siendo alarmantes si dijéramos que la sociedad se encuentra en virtual estado de indefensión frente a los delincuentes. Han tomado el control de las calles y el Estado no tiene el monopolio de la fuerza.

El Estado como institución política tiene una tarea importantísima que es la de mantener el orden en la sociedad que gobierna. Esto es elemental para que las diferentes áreas de esa institución puedan funcionar correctamente pero además también para que la convivencia social sea posible. Así es que surge la noción de monopolio  de la fuerza, aquella que hace referencia a la capacidad exclusiva que el Estado debe tener de ejercer poder sobre el territorio dado.

El tema de hoy, o el ilícito nuestro de cada día, cuenta que un grupo de amigos oriundos de La Matanza alquilaron una casa quinta en Los Pozos para “disfrutar” un día al aire libre. Matías, uno de ellos, salió  a las 21.30 con su auto Gol color gris a hacer compras para la comida. En ese contexto fue abordado por otro vehículo del cual no suministraron datos, en el que viajaban tres delincuentes.  Bajaron con armas y amenazaron al joven quien huyó, y en la corrida los maleantes le dispararon, dando uno de los proyectiles en su pierna.

La víctima fue derivada al Marzetti para curar las heridas que, por suerte, no revistieron gravedad.

Los vecinos del barrio Los Pozos están hartos de la inseguridad. Se repiten una y otra vez los hechos delictivos y no consiguen respuesta  positiva de la Policía que ya, evidentemente, está a merced  de los autores de ilícitos sin capacidad de prevención ni reacción.