ASÍ TRASENDIÓ AYER TRAS LA INFORMACIÓN DE CAÑUELAS DIGITAL

El último lunes Cañuelas Digital adelantó que el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, había asignado a la empresa Molino Cañuelas, que está en concurso de acreedores y debe mucho dinero incluso al Estado, un subsidio monumental de 1.100 millones de pesos con la pretendida excusa de que así iban a bajar los precios del pan. A las pocas horas el funcionario kirchnerista renunció a su cargo, en medio de una fuerte interna en el gobierno.

Su sucesor en el puesto, Guillermo Hang, luego deslizó que se podría desmantelar el Fondo Estabilizador del Trigo Argentino (FETA) creado por Feletti y financiado con dinero de los productores sojeros (unos 400 millones de dólares recaudados de la suba de dos puntos en las retenciones al aceite y la harina de soja). “Es una herramienta que no ha dado resultados y que no tiene ningún impacto en precios y en la pelea contra la inflación.»

El nuevo Secretario de Comercio reunido con el Mtro. Guzmán

El dinero que el Fideicomiso adelantó a Molinos Cañuelas, pero también a Molinos Florencia (controlado por la propia Cañuelas) y a una pequeña planta de Jacinto Arauz llamado Molisud, totalizó los 1.400 millones de pesos. El resto de los molinos -unos 158 en total- había rechazado ingresar al sistema porque consideraba que -además de no servir para bajar los precios del pan- era un traje a medida de la empresa que finalmente obtuvo esos pagos y que está concursada, con pasivos que orillan los 40.000 millones de pesos.

Por eso ahora, esa inmensa mayoría de molinos que observó impávida como Feletti y Molinos Cañuelas trazaban y desarrollaban un presunto plan para transferir recursos a esa firma, ahora no solo reclamará a Hang que disuelva el mecanismo. También sostendrá que es necesario que la firma cuestionada devuelva el dinero que obtuvo de manera tan sospechosa.

Con ese dinero en su poder, según los testimonios, Cañuelas aprovechó esta semana para recuperar posiciones rápidamente en el mercado local de la harina, donde muchos ya no le vendían por las abultadas deudas que había dejado al declararse en convocatoria de acreedores desde septiembre de 2021.

“Salió a apretar a los panaderos para que pongan las cuentas corrientes al día y los intimó a pagar a 7 días si quieren la harina con subsidio”, explicó la fuente. Las condiciones especiales que impuso Cañuelas a los usuarios de harina serían cupos a clientes y vendedores por zona; poner cuentas de los clientes en cero para recibir harina subsidiada (es decir pagarle las deudas atrasadas); y el pago de allí en más de la harina subsidiada entre los 7 y 10 días.