EL CORREDOR LOCAL DEL TC SUFRIÓ UN INFARTO Y SU ESTADO ES RESERVADO

Carlitos Nesprías, como se lo conoce en Cañuelas, o «El Grandote de Cañuelas», apodo con el que se lo conoce en el ambiente del automovilismo, vio desmejorar su salud en los últimos años. Quizá su excesivo aumento de eso y algún desorden alimenticio han colaborado para que esa situación se haya desarrollado.

Hoy Carlitos está internado en una sala de Cuidados Intensivos de la Clínica de Monte Grande a donde llegó la semana pasada víctima de una irregularidad en su funcionamiento renal. Durante un traslado llevado a cabo dentro mismo de la Clínica, Nesprías sufrió un infarto del que, en principio, fue recuperado pero dejando, aparentemente, secuelas cardíacas. Ahora tiene 73 años, y en diciembre pasado había estado internado en la misma Institución médica pero por problemas pulmonares.

En febrero de 1985, luego de años en el TC Roqueperense donde hizo sus principales armas, Carlitos debutó en el autódromo Juan Gálvez de CABA en una carrera para debutantes y no ganadores. Carlos obtuvo el lugar más alto del podio en una final para alquilar balcones con Pedro «el Tolo Doumic» quien fue pasado en su última vuelta por el piloto cañuelense.

Otro de los logros impresionantes de Nesprías en su carrera de una década en el TC es su récord absoluto que aún se mantiene. El 7 de diciembre de 1986, en La Pampa, marcó el récord de velocidad final aún vigente: 257 km/h de promedio y 306 Km/h de velocidad final.

Carlos Nesprías, que padece un desmejoramiento de sus funciones renales, respiratorias, cardíacas, presentó una trombosis sumada a dos infartos de los que los médicos pudieron reanimarlo. Es de esperar, y lo espera una parte importante de su Comunidad, es que pueda superar este difícil trance con el que hoy pelea. Hoy «El Grandote de Cañuelas» se enfrenta a su prueba más difícil.