EL PADRE FEDERICO VILLALBA ES PÁRROCO DE SANTA ROSA Y ES MUY REQUERIDO POR GENTE QUE SUFRE

Muchísima gente a menudo se comunica con los medios de comunicación, ante problemas serios de salud, para saber cómo ubicar al padre Federico Villalba. Él es el designado por el obispo de la diócesis, en su caso lo fue hace ocho años por monseñor Barba, para realizar exorcismos en la jurisdicción.

Tiene 48 años, pausado para hablar y moverse pero muy locuaz, el sacerdote cultiva un bajo perfil y no quiere hacer notas con la prensa. No obstante el padre habla bastante del tema en sus misas y pudimos reconstruir cómo se llega a él ante la presunción de que es necesaria su intervención, o alguien ya agotó sus posibilidades en la medicina.

Según la Iglesia Católica Dios creó a los ángeles. De estas criaturas que eran buenas, dada su libertad, algunas se volvieron «malas». Son los demonios. Que ingresan al ama de las personas cuando éstas no son capaces espiritualmente de rechazar el ataque. Cuando esto ocurre se produce la posesión demoníaca.

Toda persona que crea que su problema, o el de amigo o familiar, no tiene sanación en la medicina y presupone «ser víctima de posesión, debe ver a un sacerdote católico. Cualquiera sea y de la parroquia que fuere. Éste debe realizar un procedimiento de discernimiento, es decir indagar hasta creer que estarían dadas las condiciones para pensar en la necesidad de un exorcismo. Si así ocurre, el sacerdote debe derivar el caso a un exorcista, en este caso al padre Federico. Él volverá a investigar la situación hasta contar con la «certeza moral» de que la persona está poseída por el demonio.

Sólo después de este proceso y descartado la existencia de una enfermedad física sino de un estado espiritual, el encargado del exorcismo llevará adelante su «misión». No siempre es sencillo, dicen en la Iglesia que «el demonio echado del alma de una persona puede regresar. Ya conoce el camino.» No hay una cantidad de ritos estimada para acabar con la posesión. Cada caso es distinto.