TRASCENDIÓ LA IDENTIDAD DEL CONDUCTOR DE LA TOYOTA
Alex Angó, o Cuchi, o El Polaquito, tenía 25 años, vivía en Cañuelas pero tenía una hija que reside con su mamá en Máximo Paz. Un buen chico, muy trabajador y amiguero, muy sociable, empleado del frigorífico SUPREMO. Había podido comprarse una Honda Wave 110 cc. hace un año y aún la estaba pagando. Recién comenzado el sábado, aproximadamente a las 2.45 de la madrugada su vida terminó de la peor manera en el km. 57,500 de la ruta 205. Lo chocó de frente una camioneta Toyota Hiluz, color blanca, dominio GUQ163 radicada en la localidad de Cabrera provincia de Córdoba. El conductor, si bien en el Destacamento Policial de Alejandro Petión donde está radicada la causa se niega a dar información, sería Agustín Ramondo, según fuentes de la Comisaría local.

El impacto, se habría producido en el carril por el que circulaba la moto y sobre la cinta asfáltica habría quedado una marca de los neumáticos de la camioneta de más de 60 metros. Según la familia del chico, existiría una deliberada intención de parte de las auoridades policiales de restringir la información del caso. De hecho sus hermanos «reclaman» haber sido notificados del hecho a las 11.30 del mediodía y sólo por un tercero: «La Policía ni siquiera vino a avisarnos, un tercero lo hizo, fuimos al lugar y estaba la moto destrozada y el casco de Alex. Tampoco se nos posibilitó el reconocimiento del cuerpo que está ahora en La Plata. Hoy a la tarde le harían la autopsia y mañana sería el velatorio» dijo su hermano Jonhatan a Cañuelas Digital en comunicación directa.

Marti, su hermana, contó que «Alex volvía de ver a su nena y se dirigía a trabajar. Era un chico muy bueno, muy bueno, muy querido. Queremos Justicia. Fuimos al Destacamento de Petión, ahí estaba la camioneta que atropelló a mi hermano y creo que el conductor estaba detenido ahí. No nos quisiseron dar información del que manejaba la Toyota. Sólo sabemos que tiene 25 años, la misma edad de Alex, y que los análisis de alcoholemia le habrían dado positivo. Un testigo que llegó al lugar del accidente minutos después nos contó que habría otra camioneta, creo que blanca también, con la que estaban jugando carreras. Que buscaban al conductor de la moto (mi hermano) y lo encontraron abajo de la camioneta del que lo mató. También sabemos que tenía acohol en sangre. Queremos ver los registros de las cámaras porque no quieren decir nada. La segunda camioneta se habría ido y luego regresado, como habiendo llevado algo a algún lado. El que mató a Alex trabaja en el polo y creemos que vivía en La Taquara, el Country de la zona.»
Jonhatan agregó que lo recuerda a Alex como «era una muy buena persona, compañero, trabajador, muy buen padre de Daiana, de 10 años, estamos muy doloridos, lo que le pasó me podría haber pasado a mí o a cualquiera con una camioneta que venía a 150 km/h.»
Las publicaciones del accidente se llenan de comentarios. Gente que lo quería mucho, gente que pide Justicia. Gente que descarga su impotencia e indignación por las muertes absurdas, que hablan de impunidad y de información que se esconde. Gente que lamenta la muerte de este chico que, desafortunadamente, no será la última.
