FUE LA MADRUGADA DEL DOMINGO

Tucumán entre Pellegrini y C. Manuel Savio. Madrugada del domingo. Salida de una fiesta. Agustín y Belén salían tranquilamente. Subieron al auto y vieron que un sujeto se acercaba de forma sospechosa al auto de uno de los amigos y comenzó raídamente a arrojarle piedras. El amigo bajó del auto para frenar al atacante y ahí vieron que esta persona sacaba “algo” de la cintura.

Agustín de 25años  bajó del auto. “Ahí es donde de la nada salen del monte 10/15 sujetos y lo agredieron. Le pegaron con cascotes, patadas, puños y lo apuñalaron detrás de la oreja con un arma blanca”, relató Belén, recordando el terror que vivió esa madrugada. “La policía claramente no hizo nada para perseguirlos. Aparentemente estaba planeado el robo.

Con una herida en su cabeza a la altura de la oreja, su hermana y amigos lo llevaron directamente a la guardia del Hospital Cuenca alta. Le hicieron tomografía, laboratorio, ecografía abdominal, inyectable para el dolor y quedó internado en observación 5hs aproximadamente”. Agustín estaba en shock por lo ocurrido.

Mauro Fanessi, su primo, escribió en las redes «Qué perdida está la sociedad. Qué burla es nuestra seguridad.

Mi primo Agustin, 25 años. A centímetros de no contarla más. ¿Qué nos pasa? ¿Qué le pasa a los pibes de hoy? ¿Qué pasa con la policía? Tantas preguntas por responder…

Calle Estados Unidos, barrio San Ignacio. Más de diez pibes pegándole a dos, y a uno de ellos (mi primo) al cual le dieron un puntazo. ¿Tuvo un Dios aparte? Claramente. Pero… ¿hasta cuándo?

Realmente Cañuelas hace tiempo que no es la misma. La seguridad ya no es seguridad, y el miedo de los vecinos se agiganta cada día más.

Cuatro patrulleros presentes, ninguno paró nada. Ninguno llamó a la ambulancia ni siquiera cuando mi primo se estaba desangrando por los golpes que le propinaron diez personas y sumado a eso, un puntazo que por centímetros no acabó con su vida.

¿Qué mierda pasa? ¿Qué le pasó a mi Cañuelas? Y no me vengan con que estoy haciendo política o lo que sea, porque me importa una mierda. Quiero que todos estemos tranquilos y seguros. Estuve a punto de perder a mi primo, mi hermano, mi compañero de vida y de aventuras.

Mucha impotencia. Gracias a Dios está fuera de peligro. Pero no podemos naturalizar esto. Está mal hacerlo. Y por último, la policía en Cañuelas en reiteradas ocasiones deja mucho que desear y en esta no fue la excepción.

Por último, si hay gente que vio algo por favor mandarme por privado. Buscamos o queremos al menos saber quienes fueron los diez o quince muchachos que andan libres como si nada. Y lo peor de todo es que estos mismos desgraciados, previamente a dejar bañando en sangre a mi primo, rompieron su auto y el de su amigo sin piedad alguna.»