A SERGIO MASSA LO CAPTURÓ EL PRESIDENTE Y DEJÓ SOLOS EN CAÑUELAS A SUS FUNCIONARIOS EN MEDIO DE LA FIESTA K
Tratando de ver más allá de los anuncios oficiales que sirvieron como argumento para el acto político que en realidad fue, se advierten varias conclusiones. Todas ellas favorables al oficialismo K de Marisa Fassi y Gustavo Arrieta. La obra de la bicisenda y la entrega de algunos pases para discapacitados no dejan de tener una importante e indiscutible relevancia social. No obstante, resulta al menos un poco desproporcionado por la movida de funcionarios, logística y organización con ministros, un Jefe de Gabinete Provincial, Intendentes y todo el arco de funcionarios y legisladores locales. La movilización del público también fue masiva. Marisa sigue demostrando que su imagen sigue creciendo en el sector en que mejor se maneja, incluso merced a la ventaja que le saca a su esposo Gustavo Arrieta.

Mientras el acto se llevaba a cabo, más de unos cuantos se preguntaban por Sergio Massa que, en vano, fue esperado. Massa en ese mismo momento estaba en otro acto. Mucho más reducido y menos festivo que el de Marisa. Trataba de darle un poco de oxígeno al presidente, que con un pequeño auditorio de no más de cincuenta personas, anunciaba con indisimulable cara de lamento algunas medidas económicas al lado de su Ministro de Economía.
En aquel acto, Axel Kicillof, Fernanda Raverta (titular de ANSES) y Loana Volnovich (PAMI), los tres Cristinistas, asistían obligados a representar al sector radicalizado del Frente de Gobierno. Nadie tenía ni ganas ni motivos para festejar nada. Mientras en Cañuelas, Marisa Fassi paseaba su desenfadada sonrisa por el escenario de Plaza San Martín. Festejaba, obvio, el regalo que significó la ausencia del Presidente de la Cámara Baja.
Pero porqué Massa se lamentaba del faltazo y la Intendente se alegraba? Veamos. La interna feroz en el Frente de Todos está al rojo vivo. Cristina y Alberto se alejan cada minuto, y el único que en esto puede tener certificado de buena conducta es precisamente Sergio Massa. El diputado anda agachado para que no lo alcancen los proyectiles y subir algún peldaño aprovechando el desbarajuste. «A río revuelto ganancia del pescador». En ese sentido tenía todo planeado para acompañar a un par de funcionarios de su sector a Cañuelas, hacer anuncios, y presidir con su investidura y atura política la fiesta. De paso también oxigenaba a «su gente» (Fangio, Rasquetti, etc.). Massa es ampliamente conocido, no resta, y su figura acapararía la atención de la militancia y los medios nacionales que lo esperaban. El plan le favorecía. Marisa y Gustavo tendrían menos protagonismo y Cristina Kirchner no iba a ser tantas veces nombrada.





Pero en política nunca está dicha la última palabra. El Presidente le rogó que lo acompañe en momentos duros, y Massa no pudo negarse. El balance fue que el matrimonio oficial de Cañuelas copó el acto, repitieron hasta el cansancio su agradecimiento al Gobierno de Alberto y Cristina, y Martín Insaurralde, oro K amplió el escenario. Al lado de ellos dos ministros que la gente no había visto en ninguna foto, que admitieron la interna oficialista varias veces como para no regalar todo. Y los funcionarios del Frente Renovador locales, que fueron bendecidos por un par de sacerdote que dieron misa sin los atributos.
