Nada se sabe de la chica que desapareció hace cinco días
A cinco días de que nada se sepa del paradero de Nélida Ayelén Arguello y en medio de millares de manifestantes, militantes, organizaciones de orgullo antifascista, antirracista, colectivos defensores de género, identidad, igualdad, diversidad y varios etcéteras, no se oyen voces de reclamo ni marchas para que la chica de Máximo Paz aparezca antes de que suceda algo que nadie desea. Nélida es esquizofrénica y necesita de medicación permanente, tiene 18 años y desapareció el miércoles pasado. Vivía junto a sus padres, Edith Noemí Gauna y Eduardo Marcuello en Tristán Suárez hasta poco antes de terminar el 2024. Ahora su domicilio familiar está en «calle Portugal justo pegado al arroyo», cuenta su mamá en charla con este medio. Y agrega:
«Nélida fue abusada cuando aún no había cumplido 13 años. Fue víctima de un vecino que la amenazaba con un cuchillo en el cuello para someterla a sus bajos instintos. Ella recién pudo contarlo a sus 16 en medio de un desorden psiquiátrico que luego fuera diagnosticado como esquizofrenia catatónica. Desde ese momento su vida se complicó, empezó a perderse cada vez que salía. En octubre de 2022 hubo otro episodio como el de ahora pero la Policía la encontró a salvo. Ella no tiene amigos ni familiares, sólo su tío a cuya vivienda no entra porque allí murió su abuelo y los recuerdos le hacen mal. Empezó su tratamiento y cambiamos de ciudad para alejarla del degenerado.«

Edith Noemí Gauna, mamá de la joven desaparecida
Edith está desesperada. No conocen a nadie, no sabe dónde queda la Fiscalía ni la Comisaría de la Mujer, ni nada que no sea la sede policial de Máximo Paz. Está impotente y desconcertada. Conversa y no elige las palabras, no oculta nada y todo lo dice con el mismo tono desolado. Nos cuenta que le mandan mensajes a la joven, y que le llegan. Por eso entienden que debe estar con alguien que, al menos, le permite cargar la batería del teléfono. Pero no los responde. La Policía le habría informado que las antenas de la compañía telefónica ubican el celular en cercanías de la terminal del 306 en Spegazzini. Fueron una vez a dar vueltas por allí en patrullero pero no la vieron.
Hasta dónde puede creerse que la Justicia no intervenga en forma urgente por ejemplo rastreando el celular? En casos resonantes el rastreo indica casi con exactitud la ubicación de un teléfono y más, si como cuenta la mamá está prendido.
En serio no aprendió nada la Justicia del Caso Vanesa Garay? ¿Cuántas hipótesis posibles que no sean de riesgo existen, máxime considerando que la chica no tiene amigos ni conocidos?
Y los colectivos defensores y feministas? ¿O será que Nélida no es lesbiana, ni trans, ni binaria, ni travesti? Después «les feministes» se enfurecen con los medios que criticamos el accionar de aquellos que por acción u omisión, permitieron que de Vanesa Garay sólo aparecieran los huesos!