Es docente, Perito Apicultor y emprendedor apícola
Cómo comenzaste con esta actividad?
“La apicultura me encontró a mí.”
Por esas vueltas de la vida, siempre interesado en lo verde, en la biosustentabilidad desde el hogar, ya desde hacía varios años comencé por recuperar los desechos orgánicos para luego empezar a criar lombrices californianas que son una especie con un alto rendimiento en el procesar los desechos. Esto me fue llevando por el mundo del internet, donde uno encuentra información de todo tipo. Una te lleva a la otra, hasta que di con una persona que mostraba como recuperaba un enjambre de abejas. Como si fuese un flechazo de amor a primera vista el mundo de la apicultura me llamó poderosamente la atención.
Comencé a entrar a ese mundo de a poco y también con la ansiedad que te lleva a cometer errores como el de comprar una colmena en pleno invierno sin conocer todavía a cerca de su comportamiento y su respuesta ante los climas y el medio. Así fue como en 2016 comencé el curso de iniciación apícola en la sociedad argentina de apicultura S.A.D.A que cuenta con el aval del ministerio de agroindustria, la cual posee un predio en Pontevedra en donde no solo se aprende lo teórico sino también la práctica en si apiario con alrededor de 50 colmenas.
El ambiente del lugar me fue muy familiar, el componente docente de lujo con experimentados apicultores y el desarrollo temático o diseño curricular excelente en donde cada tanto invitaban a algún especialista sobre algo específico de apicultura con más énfasis cuando se realiza el curso de perito apicultor en donde puedo citar profesionales de: sanidad, nutrición y enfermedades de las abejas, cría de reinas, el mercado de la apicultura, asesoría médica, apitoxina, elaboración de hidromiel y cerveza de miel, abejas nativas sin aguijón, tipificaciones de mieles, asesoría técnica y legal entre otras. Allí fue cuando comencé a adquirir mis colmenas desarrollando la actividad a modo de hobby.
Cañuelas es un espacio adecuado?
Con respecto a Cañuelas, considero que es un espacio propicio para la apicultura artesanal y extensiva debido a que no es visible una actividad agrícola donde se utilizan agrotóxicos, uno de los responsables de la amenaza en contra de la biodiversidad y la salud en general de todo lo que vive. Existen aquí cuantiosas extensiones de campo con flora autóctona, cardo, acacias negras, floraciones tardías como la varita dorada, chilca y los habituales eucaliptus. La apicultura es una noble actividad, sana por fuera y por dentro y súper recomendable para quien guste de la naturaleza y quiera ya bien tenerlo como hobby o como emprendimiento.
Compartimos ahora el trabajo elaborado por Leopoldo sobre las abejas:
En estos tiempos en que la información y desinformación se encuentra al alcance de un click, cada vez que tengo la oportunidad de explicarle a alguien a cerca de la vida y obra de la abeja, veo el asombro que genera y el interés que despierta; por ello, ésta vez vuelvo a explayarme para continuar pregonando las virtudes de éste insecto, la abeja.


Posicionadas en el primer lugar y por lejos, las abejas son polinizadoras Y ¿Qué es la polinización?: La polinización es la reproducción de las plantas (selvas, bosques y vegetación nativa, plantaciones sistematizadas ) que necesitan que su parte “masculina”, el polen que se halla en los estambres de la flor, se introduzca en la parte “femenina” o gametos también situados en la flor. Es un dato importante que a través de los millones de años de evolución de insectos y plantas, éstas últimas desarrollaron un modo de atracción, beneficio y recompensa para los insectos polinizadores, modificando sus colores, apariencias, olores y la dulzura de una segregación que es el néctar.
El insecto se beneficia tanto del néctar para producir miel (su fuente de energía vital) como del polen, fuente de proteína para desarrollarse; de ésta forma la abeja yendo de una flor en otra transporta los elementos para que la planta se reproduzca.
Es así como TODA la vegetación del planeta puede prosperar gracias a éstos y otros insectos, aves y los elementos como el viento y el agua como transportadores para el proceso reproductivo, cosa que el ser humano no puede realizar con tal efectividad y masividad, es por eso que en las grandes plantaciones de diversas especies vegetales, arándanos, almendros, cítricos, eucalipto, zanahoria, azahar, etc. etc. etc. se contrata el servicio de los apicultores trashumantes para que al llevar sus cientos de colmenas e instalarlas en la plantación, se dé como resultado de éste intercambio, por un lado la potenciación de las plantas y por el otro la producción de miel monofloral, por ejemplo: Miel de zanahoria, de almendro, de lavanda, etc. Llamándose miel multifloral a aquella producida desde el néctar de variada vegetación.
Además de la importante tarea de polinizar….
Conocemos a la abeja por su producción de miel y por picar, tema que trataré más adelante, pero la realidad es que una colmena es una fábrica de productos beneficiosos y útiles.
Polen.
El polen es microscópico y es fuente de proteína y la abeja lo recolecta y compacta transportándolo en forma de bolitas en una especie de cestilla que posee en su tercer par de patas, lo lleva a la colmena y mezclándolo con miel lo va depositando en las celditas destinadas para su almacenamiento cuyo fin es ser alimento para las larvas. El apicultor que recolecta polen para el consumo humano solo debe colocar una “trampa” por donde pasan las abejas muy ajustadamente como para que las bolitas de polen no puedan hacerlo y caigan en un receptáculo para luego es recogido y secado.
Propóleos.
El propóleos es una resina que liberan las plantas por la base de sus flores o los tallos. La abeja lo recoge y lo lleva a la colmena para sellar espacios pero a su vez proporciona una especie de barrera contra enfermedades, hongos o posibles infecciones. El apicultor lo sustrae por medio del raspado o mallas recolectoras de propóleos y éste se procesa en un macerado con alcohol el cual luego de cierto tiempo y proceso deviene en jarabe de propóleos, tintura madre o los famosos caramelos de propóleos.


Jalea real.
Es una secreción producida por las abejas de 8 a 12 días que cuidan a la “reina” de la colmena o sea a la madre de todos los individuos que allí habitan y que es con lo que se alimenta ésta. Ésta jalea también alimenta a las larvas desde que es huevo hasta el día 4 de su desarrollo. Su recolección es minuciosa ya que es por absorción desde las pequeñas celdillas, previo a esto se debe preparar a la colmena “horfanizándola” para que las abejas nodrizas críen reinas cuyas celdas contendrán más cantidad.
Cera.
La cera es producida por las abejas “constructoras o cereras” que segregan ésta cera que emerge desde sus secciones abdominales desde su día 12 al 16 aproximadamente y la utilizan para construir su vivienda, la colmena.
En la industria, la cera se utiliza para brindarle cimientos a la colmena para que construya sus celdas y son múltiples sus usos en la cosmética, ceras para lustre y en la artesanía.
Ahora sí vamos a la picadura.
En cierta etapa de su vida, alrededor de su día 18, la abeja pasa a ser guardiana de su colmena, desarrollando una glándula que contiene una sustancia venenosa que va a expedir por un aguijón que posee al final de su abdomen “cola”. Entre insectos éste aguijón funciona a modo de lanza sumándole el letal veneno pero cuando ésta lanza es arremetida contra algo más flexible como nuestra piel o piel de algún otro animal, queda enganchada y se suelta produciendo por un lado la muerte de la abeja que picó y por el otro la incrustación del aguijón mas su saco de veneno que continúa bombeando. Este veneno contiene tanto propiedades buenas como malas. Las malas son las de producir un fuerte dolor mas una reacción alérgica que será más grave si el individuo picado es alérgico teniendo que ser tratada dicha picadura en forma local y en casos más graves en forma general. Se dice que una dosis letal de veneno sería el equivalente a 600 picaduras en una persona adulta. Si el individuo es alérgico bastará con una picadura como para que tenga que ser intervenido rápidamente.
¿Propiedades buenas del veneno?
Sí. Estudios respaldados por pruebas demuestran que la apitoxina (veneno de abeja) aplicada en dosis específicas por especialistas médicos que manejan esta sustancia, tratan la artritis, lesiones crónicas tales como bursitis y tendinitis, padecimientos cardiovasculares como hipertensión, padecimientos pulmonares como asma, extracción de tejido cicatrizante, padecimientos de la piel como eccema, pérdida del cabello, tratamientos contra la alergia al mismo veneno.


Datos interesantes.
- Una abeja obrera vive hasta 42 días en época de primavera- verano, en otoño avanzado e invierno llegan a vivir hasta 3 meses. La abeja reina puede llegar a vivir hasta 5 años. El zángano vive menos de 1 mes y su única función es la de llegar a fecundar a una reina si tiene suerte. Puede vivir en su colmena de origen o en otras
- La reina llega a poner hasta alrededor de 2000 huevos por día en temporada primavera- verano
- La reina se fecunda una sola vez en su vida desde su día 8 al 16, lo hace hasta con algo más de 10 zánganos, si no lo logra es estéril y la colmena queda condenada a morir
- La o las abeja que está “trabajando” o recolectando agua no son agresivas. Solo atacan cuando te acercas demasiado a su colmena o si las agreden. Muchos casos de picadura son cuando sin querer la abeja te chocó en vuelo o la apretaste sin darte cuenta.
- Cerca de dos terceras partes de nuestra dieta proviene de plantas polinizadas por insectos.
- El declive de los polinizadores, hostigados por demasiadas amenazas: la destrucción de su hábitat, el abuso de pesticidas.
- Sin los insectos polinizadores, sin la biodiversidad, nuestra existencia estaría algo más que cuestionada.
- Existen cientos de especies de abejas y la mayoría no poseen aguijón.
- En un día, una abeja puede llegar a visitar 2000 flores distintas.
- Una cucharadita de 4 ml de miel, del tipo cuchara de café, representa el trabajo de toda la vida de 10-12 abejas.
- Hay quienes atribuyen a Einstein la frase de que “la vida sin abejas sería un desastre global, al hombre sólo le quedarían cuatro años de vida. Sin abejas, no hay polinización, ni hierba, ni animales, ni hombres”.
Cuánto sabíamos de todo esto?