AMENAZAN CON QUE SE VAYAN ALEJANDO LOS MÉDICOS SI NO SE SOLUCIONAN LOS PROBLEMAS SALARIALES
El Hospital Regional de la Cuenca Alta de Cañuelas integra el grupo de instituciones de alud SAMIC (Sistema de Atención Médica Integral de la Comunidad), de gestión mixta, con financiamiento del 80 por ciento de nación y el 20 por ciento de la provincia de Buenos Aires. Se trata de un modelo sancionado por la dictadura del general Onganía en 1966, a través de la ley 17102, que facultaba al Poder Ejecutivo Nacional para reformar el régimen, constitución, funcionamiento y manejo vigente en los organismos asistenciales y sanitarios dependientes de la Secretaría de Salud Pública.
En el último tramo de la gestión anterior, en los meses finales de 2023, se logró que muchos profesionales pasaran a planta permanente ya que comenzaron trabajando como monotributistas y luego contratados y muchos aún siguen en esas condiciones.
El temor que genera esa precariedad (“los pueden despedir por email sin pagarnos un peso”) es el principal escollo que enfrentan los trabajadores a la hora de construir una organización sindical que defienda sus derechos. Aún así, fuentes del establecimiento comentaron que tienen iniciado el trámite para constituir una asociación de trabajadores.
El martes pasado, los trabajadores habían convocado a un abrazo simbólico al hospital para el mediodía. Pero, misteriosamente, desde las primeras horas de ese día, fue apareciendo en los WhatsApp de los trabajadores y allegados, el mismo flyer de convocatoria, pero con una banda con la leyenda “suspendido” cruzando uno de sus ángulos. Obviamente, nadie se atribuyó la pieza, pero los trabajadores no tienen dudas.
Dijeron que desde las autoridades nacionales quisieron desarticular la protesta y se decidió portergarla. En una semana harían una propuesta a los trabajadores
Si no mejoran los ingresos, que según cálculos de los profesionales, en lo que va de 2024 perdieron hasta un sesenta por ciento, el conflicto recrudecerá. Pero si lo hacen, se exponen a la furia del ministro de Salud, que ya despidió a directivos del Garrahan por motivos similares. “Por ahora, nos arreglamos. Pero si siguen las renuncias se va a complicar cada vez más. Este último mes se fueron dos profesionales de gastroenterología”, cuentan. A la situación común a todos los hospitales de alta complejidad, donde muchas decisiones son de vida o muerte y los salarios de pobreza, acá se agrega otro factor. La lista de reclamos incluye, además del aumento de sueldo, reconocimiento de la antigüedad desde el inicio de las funciones y no desde el pase a planta, reconocimiento de un porcentaje de aumento adicional por alta complejidad y el denominado “vacante por vacante”, clave para mantener la calidad y cantidad de prestaciones. Esto es, por ejemplo, que si se va un cardiólogo ingrese otro cardiólogo, algo casi imposible con la brecha actual de ingresos entre los sectores público y privado. Dijeron fuentes oficiales a la Prensa Nacional.