COMO LO ADELANTÓ ESTE MEDIO EL MÓVIL HABRÍA SIDO VENGANZA POR CUESTIONES SENTIMENTALES

Efe Saravoğlu, el joven turco cuyo cuerpo sin vida fue hallado a orillas de la ruta 3 estaba en el país como turista y vivía en un en el barrio porteño de Palermo. Tenía 24 años, era muy sociable y contaba en sus relaciones con personas de la comunidad turca. El 27 de octubre fue visto por última vez. Desde ese día, su nombre pasó a integrar la lista de personas desaparecidas.

Durante casi un mes, su familia lo buscó sin encontrar pistas sobre la denuncia que radicó el consulado al día siguiente de la desaparición y empezó una investigación que se enfocó en reconstruir sus movimientos y contactos más cercanos. Recién a fines de noviembre, el caso dio un giro dramático cuando el cuerpo de Saravoğlu fue encontrado en un descampado de nuestra ciudad. El joven había sido asesinado a golpes y su cadáver fue descartado al costado de la Ruta 3, a la altura del kilómetro 82,5. Estaba en avanzado estado de descomposición y llevaba puesta una máscara de Spiderman, un detalle que sorprendió a los investigadores.

Con el correr de los días, los investigadores descifraron la trama detrás del crimen, como adelantó Cañuelas Digital él y el principal sospechoso, Tunca Kem, venían peleando por cuestiones íntimas. rodeada de celos, mensajes y un supuesto engaño. Kent, habría descubierto que el joven mantenía relaciones sexuales con su novia. El móvil del crimen, sostienen, fue una venganza.

La hipótesis más firme

La última noche en la que Saravoğlu fue visto con vida fue grabada por las cámaras de seguridad de la ciudad de Buenos Aires. Antes de la medianoche del 27 de octubre, el joven subió a un Peugeot 207 blanco conducido por Kent, un compatriota que trabajaba como chofer de aplicaciones y que había llegado al país a casarse con un hombre para tramitar la nacionalidad argentina.

Las imágenes permitieron reconstruir parte del recorrido del auto por distintas calles porteñas. Después de ese momento, no hubo más registros del joven. Su celular dejó de emitir señal y nadie volvió a verlo.

Efe Saravoğlu tenía 24 años, nació en Turquía y era residente temporal en la Argentina. (Foto: TN).

Cuando Kent declaró en la causa, cuando aún era por averiguación de paradero,  aseguró que había visto a Saravoğlu por última vez el 26 de octubre. Sin embargo, esa versión quedó desmentida cuando las cámaras confirmaron que el encuentro entre ambos ocurrió un día después.

Los investigadores comenzaron a analizar los mensajes del celular del joven muerto y en esos chats, Saravoğlu hacía referencia a una relación con la pareja de un amigo, situación que los fiscales creen fundamentales para establecer el móvil del asesinato. El más elocuente sería uno que asegura que “Hay algo gracioso. Hay un amigo turco acá. Él sabe que su novia se está acostando con otros”, escribió en uno de esos intercambios que luego fueron incorporados al expediente. En otro mensaje fue aún más explícito: “Me estoy acostando con su novia. Él nos ve salir de mi casa a la mañana”. También calificó al acusado con una frase que los investigadores califican como terminante y demostraría su denigrante personalidad “El cornudo más grande que vi en mi vida”.

Foto de Kunta Kent publicada por la Justicia

A partir de allí, el nombre de Kent empezó a ganar peso dentro de la causa. No solo había sido la última persona en ver con vida a la víctima, sino que los registros de teléfono mostraron movimientos incompatibles con su declaración. El sospechoso, que huyó del país ni bien murió Saravoglu, está siendo buscado por Interpol con alerta roja en todo el mundo reclamado por la Justicia Argentina.